PARA MI ESPOSA LA LIDER YESE CON AMOR

martes, 12 de agosto de 2008

SIMBOLOS JUDIOS TEFILIN

viernes, 8 de agosto de 2008



Y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos (Deuteronomio 6:8)


Los Tefilín son dos cajas de cuero negro que contienen ciertos textos bíblicos. Los judíos, desde la edad de los 13 años, cuando llegan a su mayoría religiosa, tienen la obligación de ponérselas durante el diario rezo matutino, excepto los sábados y los días de festivales religiosos, cumpliendo así con un ritual religioso cuyo objeto es elevar el espíritu.El tefilín que va en la cabeza se coloca en la frente, entre los dos ojos, sostenido por una correa circular de cuero negro, amarrada con un nudo, con las dos puntas colgando sobre los hombros.El otro tefilín va cerca al corazón, en el brazo izquierdo, (excepto los zurdos, que lo colocan en el brazo derecho), sostenido por una correa de cuero que se enrolla alrededor del brazo con siete vueltas entre el codo y la muñeca. Los sefarditas enrollan la correa en la dirección de las agujas del reloj, mientras que los ashkenasitas lo hacen en dirección opuesta. Lo que sobra de la correa se enrolla sobre la mano y el dedo medio para formar las letras shin y dalet, término cabalístico que significa Dios Todopoderoso.
¿QUE CONTIENEN LOS TEFILIN? Los tefilin contienen en su interior cuatro párrafos de la Torá: - Kadesh Li (Exodo 13:1-10), contiene nuestra obligación de recordar el Éxodo de Egipto. - Vehaya Ki Yeviaja (Exodo 13:11-16), trata nuestra obligación de transmitir esta tradición a nuestros hijos. - Shemá Israel (Deut. 6:4-9), trata la unidad de D-s y de nuestro mutuo lazo de amor. - Vehaya Im Shamoa (Deut. 11:13-21), declara la responsabilidad del hombre hacia D-s. Estas cuatro secciones de la Torá que hablan de los tefilín: dos secciones lo describen como señal de la redención de Egipto, la cual condujo a nuestra nación cerca de D´s. La tercera declara que los tefilín son para atestiguar la unicidad de D´s, para motivarnos a amarlo y dedicarnos a la Torá; la cuarta sección nos enseña nuestro deber de cumplir las mitzvot y de tener conciencia de la Providencia de D´s y la recompensa y el castigo. Todo esto recordamos cuando vestimos los tefilín. En cuanto al orden en que deben ir los cuatro fragmentos existen dos tradiciones:la más aceptada es la de Rashi y Maimónides,que conserva el orden de aparición de los párrafos en la Torá; la otra tradición es la el nieto de Rashi, Rabenu Tam, quien dejó el orden original en los fragmentos de Shemot (Exodo) pero invirtió los de Devarím (Deut.) . La Halajá adopta la modalidadn según Rashi, pero hay quienes acostumbran colocarse también los Tefilin de Rabenu Tam luego de los de Rashi en la parte final de la tefilá de Shajarit (matutina). Estos párrafos deben ser escritos sobre un klaf (pergamino de cuero animal curado y alisado en su parte interior para poder escribir sobre él) por un sofer stam (escriba de textos sacros).

ANTES DE JESUS EL JUDAISMO ESPERABA UN MESIAS QUE RESUCITASE AL TERCER DIA


El hallazgo y una interpretación reciente de la llamada Piedra de Gabriel en la margen oriental del Mar Muerto fechada un siglo antes de Jesús, afirma la teoría de que una línea de pensamiento judía estaba persuadida de que el Mesías aparecería, moriría y resucitaría tres días más tarde.
Una misteriosa tabla encontrada en el Mar Muerto y fechada en el siglo I antes de Cristo, y que un coleccionista israelí compró hace ocho años en Jordania, sugiere la idea de que la resurrección del Mesías es anterior al propio cristianismo, y que ya existía esa idea en el seno del judaísmo antes del nacimiento de Jesús. Esta misteriosa tabla judía, cuyo texto acaba de ser descifrado en Israel, habla de la resurrección del Mesías un siglo antes del nacimiento de Cristo. Si esto es así, el judaísmo pudo incorporar esa idea basándose en sus textos sagrados antes que el cristianismo, y en ese caso la resurrección de Jesús sería una evidencia más del cumplimiento de las profecías en su condición de Mesías. La premisa de que Jesús era el Mesías y resucitó tres días después de su muerte es el fundamento de la fe cristiana. De confirmarse que la resurrección es una creencia que ya existía al menos en una parte del pensamiento judío, Jesús -que adoptó para si el título de Mesías de Israel- simplemente habría cumplido lo que ya la teología judía había entendido: que el verdadero Mesías había de resucitar tras su muerte al tercer día. LA TABLA El judaísmo siempre ha considerado a Jesús nada más que un profeta que modificó las creencias tradicionales, pero no el Mesías ni el hijo de Dios. Ahora un grupo de investigadores reabre el debate tras ser descifrado gran parte del texto que contienen los 87 renglones escritos en hebreo sobre la tabla. La prensa israelí llama a la tabla "La visión de Gabriel" porque gran parte de su texto se refiere a una visión del apocalipsis transmitido por el ángel Gabriel. Israel Knohl, profesor de estudios bíblicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén, ha explicado que se trata de un texto profético escrito en una gran tabla de piedra caliza gris en el primer siglo antes de Cristo. Según la interpretación de Knohl, la tabla plasma la idea de que la sangre del Mesías muerto y resucitado es necesaria para lograr la redención (otro fundamento del mensaje de Jesús: el perdón y el poder del sacrificio de su sangre en la cruz), y ello demostraría que esa premisa fue adoptada por el judaísmo antes del nacimiento de Jesús, ya que el texto se ha fechado mucho antes de su nacimiento. "Yo identifiqué una idea judía no reconocida anteriormente, que la sangre del Mesías es necesaria a fin de lograr la redención nacional. La idea de un torturado Mesías que fue resucitado tres días después de su muerte fue adoptada por el judaísmo antes del nacimiento de Jesús. Las ideas principales del mito de Jesús existían en el judaísmo", comentó Knohl. TRES DÍAS El texto de la tabla contiene 87 líneas y hacia el final hay una frase que contiene las palabras "shloshat iamin" (tres días) seguida de una palabra que no se podía leer y que ahora Knohl interpreta como "hayia", que se podría traducir como "para vivir". Esa palabra cambiaría el sentido del texto, asegura, que se puede interpretar como una descripción del ángel Gabriel elevando al profeta-Mesías a la vida tres días después de su muerte.