EN SOLEDAD, PERO NO SOLO

domingo, 30 de noviembre de 2008


La breve nota que me envió decía mucho.

-Soy una persona incapacitada en una silla de ruedas -escribió-. Me siento sola, a pesar de que sé que nunca estoy sola. Dios siempre está presente. No tengo mucha gente con quien hablar.

La palabra soledad ha sido considerada la más desolada del idioma. No respeta edad, raza, condición económica ni inteligencia.

Albert Einstein dijo: -Es extraño ser conocido universalmente, y al mismo tiempo sentirse solo.

Dios nos hizo para la intimidad y la compañía con otras personas. Incluso antes que el pecado entrara en el mundo, declaró que no era buena que el hombre estuviera solo (Génesis 2:18). Es por eso que mucha gente a menudo se siente tan vacía por dentro.

Jesús también conoció la soledad. Seguro que la sintió cuando sus discípulos lo abandonaron (Marcos 14:50). Sin embargo, la presencia del padre lo compensó de más. Jesús dijo: No estoy solo, porque el Padre está conmigo. Juan 16:32 Esa intimidad con el Señor está disponible a todos los que ponen su confianza en Él y en su Palabra.

Podemos disminuir nuestra sensación de soledad acercándonos a los demás. Pero incluso más importante es que debemos acercarnos al Señor. Él siempre está con nosotros, y desea que tengamos comunión con Él durante todo el día.

Juan 16:32
...seréis esparcidos, cada uno por su lado, y me dejaréis solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

EN QUE FORMA ESTAS?

viernes, 7 de noviembre de 2008


Las vasijas de barro de todas formas y tamaños eran utensilios valiosos en los hogares de la antigüedad. Nuestros antepasados usaban grandes tinajas para almacenar agua y aceite; empleaban cántaros para acarrear agua y frascos de terracota para guardar perfumes.

Las vasijas de barro para almacenamiento se llenaban de granos y otros alimentos. Las amas de casa usaban cazuelas de barro para cocinar. En las comidas, usaban utensilios de barro como platos y tazones. En la noche iluminaban las casas con lámparas de barro.

Los alfareros que fabricaban estos utensilios tan necesarios eran parte muy importante de a economía de los antiguos pueblos y ciudades.

Un alfarero moderno describió así su artesanía:

Mis dos manos dieron forma a esta vasija. Y el lugar en el que se
forma en realidad es uno de tensión entre la presión aplicada
en el exterior y la presión de la mano del interior. Así ha sido
mi vida. Tristeza, muerte e infortunio y el amor de los amigos y
todas las cosas que me han sucedido en la vida que ni siquiera
elegí. Todas influyeron en mi vida. Sin embargo, hay cosas que
creo tengo dentro de mí: mi fe en Dios y el amor de algunos
amigos que actuaron en mí. Mi vida, al igual que esta vasija, es
el resultado de lo que ocurrió en el exterior y de lo que sucede en
el interior de mi vida. La vida, como esta vasija, se forma en
lugares de tensión.

(A Guide to prayer for All God´s People, Rueben P. Job y Norman Shawchuck.)

A lo largo del día quizá nos sintamos regulados por el estrés, abrumados por las responsabilidades y presionados por los retos que nos acosan desde el exterior. Sin fortaleza de espíritu en nuestro interior, esas dificultades nos llevarán al derrumbe bajo presión externa.

Durante este descanso, alimenta tu espíritu con las Escrituras. Esto te mantendrá fuerte, renovado y restaurado por dentro. Puedes responder con fortaleza interior y creatividad a lo que de otra manera te derrotaría.

Recuerda tu vida interior te da las fuerzas que necesitas para convertir en un caso útil en la familia de Dios.

2 Corintios 4:16
Aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.