LA GRAN COMISION

domingo, 30 de marzo de 2008




Mateo 28:19-20
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Hechos 1:8
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Esta gran tarea sublime y eterna nos dejo Cristo al partir, fue claro y directo quiere que su amor y su poder lleguen a todas las naciones, a toda lengua, a toda raza, a todo hombre sobre la tierra, y para el cumplimiento de esta labor nos escogió a nosotros que sin merecerlo nos ha hecho participes de tan grande honor.
Nuestra convicción debe ser el vivir con nuestros ojos puestos en lo que verdaderamente inquietaba a Jesús y era cumplir su tarea en la tierra mientras Papa Dios lo tuvo aquí, hasta el ultimo instante de su vida vivio ganando almas para el padre cuando aun en esa cruz transformo la vida de aquel hombre que estaba siendo ejecutado con el, es por esto que cada dia en mi corazon debe quemar la necesidad de conquistar almas para Cristo, y convertirme ese pescador de hombres que lleven la buena noticia de que el salvador esta tocando a las puertas de su vida para sanarle, transformarle y entregarle toda la heredad ala que son participes todo aquel que cree y le recibe como señor y salvador.
Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios

ROMPIENDO EL MOLDE

sábado, 29 de marzo de 2008


Romanos 12:2
"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta".
En estos tiempos escuchamos de "Emos", "Punks", "Cholos", "Darks", "Ravers", "Taggers", "Chavos Banda" y "Góticos" todos estos tienen algo en común, llamar la atención por medio de su forma de vestir, hablar, actuar, pensar y hasta de sentir.Por ello, no perdonan la imitación, el no ser original y el retomar y mezclar identidades.
Todo esto es una clara muestra de la critica y penosa situación que atraviesa nuestra sociedad, donde nuestra juventud se ve amenazada por una carencia aguda de identidad, identidad que creen hallar perteneciendo a una “TRIBU” como les llaman, por que allí los aceptan, les acompañan y comparten sus propios gustos que aunque exagerados y sin sentido producen en ellos una aparente satisfacción, “aparente” ya que al final del cuento se encuentran igual, con un vació y seco interior causando estragos y heridas profundas en sus emociones y en el peor de los casos hasta en sus cuerpos ya que terminan perdiendo el control de sus inestables vidas saliéndose de todo parámetro lógico de la existencia y el verdadero propósito.
Hoy tenemos una verdad, verdad que nos lleva a que esta inmensa carencia de identidad y de propósito termine en nuestros jóvenes, la verdad que hace hombres nuevos, hombres capaces de seguir en pie aunque todo se caiga, hombres que viven con el verdadero concepto de propósito pegado en sus frentes y llevando una sola identidad como bandera, identidad que les permite aceptarse como son y no por lo que hacen, esta verdad, inmensa verdad creara una generación firme y establecida en sus principios que forjara nuevos padres, nuevos hijos, nuevos hombres, nuevas naciones.
Esta verdad es JESUCRISTO, la única verdad, el único camino, el único estilo de vida que forma hombres y mujeres con sentido y propósito, gozando de la verdadera felicidad, sin arrancarte nada de adentro, solo todo aquello que te daña y te duele. Esta verdad transformadora es la que debemos desbocar a todo el mundo de manera que revolucione nuestras vidas e impacte con poder la de otros.
No nos conformemos a lo que hoy estamos viendo y oyendo como mimetizados en medio de una selva de necesidades y faltantes, sino “transformaos” renovando cada día todo mi ser delante de aquel que transformo el mundo. JESUS.
POR: JOSE LUIS SALAS
MJC PINOS

SHALOM JERUSALEM

jueves, 27 de marzo de 2008


Escrito por Lider Juan Carlos Velez
En la Biblia vemos como Dios bendice a su pueblo Israel y les enseña a amar su tierra. Esa misma bendición que Dios dio a Abraham, Isaac y Jacob, es la misma bendición que dio a nuestro padre en la fe, por la cual hemos aprendido a amar la tierra de Israel, tierra que en verdad fluyo leche y miel.

“Salmo 122:6b Pedid por la paz de Jerusalén...”

Un verdadero ejemplo de amor por Israel, nos la da un hombre llamado Nehemias. Estando en cautiverio lejos de Israel se convirtió en el copero del rey de Persia (465–424 a.C. antes de Cristo). Dándose cuenta de lo que estaba ocurriendo con su tierra, que el remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, estaban en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego, sintió dolor en su corazón por su tierra y pidió permiso para ir a reconstruir sus murallas. El rey se lo permitió, y le concedió una escolta de jinetes y cartas de recomendación para los gobernadores de los diferentes distritos que debía cruzar, nombrándolo además gobernador de Judea.

Cuando llego a Jerusalén, hizo una ronda nocturna alrededor de las destruidas fortificaciones. Después anunció al pueblo su intención de reconstruirlas, pidiendo su ayuda. Los judíos asintieron, y cada notable entre ellos se dedicó a reconstruir un sector de las murallas (Neh_3). Las tribus paganas vecinas se enojaron y se opusieron a este esfuerzo. Pero no lograron ni detener ni intimidar a Nehemías. Para impedir cualquier ataque, los constructores se dedicaron a trabajar con una sola mano, empuñando de continuo un arma en la otra (Neh_2:10; 4-6). Se tardaron cincuenta y dos días en reconstruir las fortificaciones.

La vida de Nehemias nos enseña mucho de los que significa amar a Israel en la distancia. Para todos es conocido lo que suceda en Israel hoy en día; la tierra de Dios necesita mucho de nuestra oración. Inclúyela en tus oraciones diarias, y anhela así como un día lo hizo Nehemias, subir a la tierra del Señor, recorrer sus murallas e ir al muro de los lamentos y clamar porque la paz de Dios venga sobre Israel como un rió.

Decide en tu corazón, subir a Jerusalén, y Dios hará como con Nehemias, te dará todos los recursos necesarios, solo pídele a Dios que te lleve y reconstruya no solo a Israel sino también a tu corazón.