APOSTOL DE TENNIS VIEJOS

sábado, 26 de abril de 2008


Nuestros días se ven enfrentados a una carencia de lideres que impacten positivamente y de manera efectiva nuestra sociedad y mas aun a nuestros jóvenes, hay mucha gente idónea pero pocos fieles, esta realidad debe motivar nuestras vidas para hacer lo que realmente me ha enviado Cristo, un apóstol que deje huella.

1 Timoteo 4:12-16

12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
15 Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.
16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.


He aquí algunas características de ese apóstol que estas llamado a ser.

Es escogido, no es fruto del azar o de las circunstancias. Hechos 1:1-2
Es enviado, a cumplir una misión precisa donde quiera que se le mande. Juan 17:18
Es lleno del poder de Dios y vive ungido por el Espíritu Santo Hechos 4:8
El apóstol solo obedece y sigue instrucciones, vive orientado y se deja guiar desde lo alto.
1 Samuel 15:22
Lleva sus ojos puestos en la meta, es visionario y no se distrae por nada, es esforzado y valiente Josué 1:8-9
Tienes sus pies firmes, trastorna al mundo positivamente Hechos 17:6 Hechos 4:19-20
A visto a Jesús personalmente, deja formar el carácter de Cristo en el. Hechos 4:13
A sido testigo de Jesucristo resucitado y juntamente con El es resucitado en todo. Hechos 1:8

Hoy, tienes un reto, un llamado, eres llamado a ser apóstol y un apóstol que deje huella, así como se presentaba Pablo cuando en sus escritos decía “SIERVO DE DIOS, APOSTOL DE JESUCRISTO” este hombre tenia bien claro que era y a que jugaba en esta vida, este hombre tenia clara su función y el llamado que le fue otorgado, tu también tienes una misión y si decides aceptarla es dejar una huella profunda eterna e imborrable de bendición y propósitos en tu casa, en tu barrio, en tu colegio, en tu entorno y donde quiera que pises.
Hoy debemos gritar para manifestar al mundo el amor de nuestro gran Dios y llevar con nosotros la posta del evangelio a todo lugar y a toda criatura.

Por:

MJC Pinos








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