Como hijos de Dios y nuevos hombres y mujeres hechos por su infinita misericordia estamos llamados a cumplir una instrucción simple pero clara y efectiva, “permanecer en el señor”
Esto implica obediencia y seguir instrucciones, enamorarme con pasión de mi Jesús, buscarle, honrarle, servirle, descansar en el, depender de el, creer en su poder sobre mi vida, deleitarme día a día en su presencia y disfrutar de esa vida que el quiere darme todos los días de mi vida esa vida que me prometió y que esta presto a cumplir sin vacilación.
Dios conoce mi necesidad y sabe como llenarme y como saciar mi necesidad, pero depende de mi si esta realidad se cumple en mi o si simplemente siga siendo un espectador de los milagros y los hechos del espíritu en los demás pero en mi solo son palabras o intenciones.
Juan 15:3 Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado.
Ya estoy limpio por su sangre preciosa derramada en la cruz debo apropiarme de esa condición y levantar mi frente por que ya Cristo pago mi deuda.
Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.
El es mi fuente, mi proveedor y mi todo separado de El nada podré hacer, nada podré alcanzar, nada podré superar.
Juan 15:7 Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren en vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y os será hecho.
Si permanezco en El, pegao a El puedo pedir lo que quiera que El lo hara, solo si vivo fundido con El, solo si PERMANEZCO EN EL SEÑOR.
Esta permanencia es un continuo crear de hábitos espirituales, es enamorarme de El mas y mas locamente, pero nadie se enamora de alguien que no conoce, debo entonces conocerle y que cada día mi corazón sienta la gran necesidad de que mi papá Dios me regale sus secretos y es allí en lo secreto donde se consigue esta permanencia en El.
POR MJC PINOS
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